Los pies son un blanco idóneo para el crecimiento de los hongos que provocan infecciones en la piel, sobre todo cuando estos tienden a permanecer en ambientes húmedos o contaminados.
Esta condición, que puede llegar a ser dolorosa, suele producirse por el descuido de esta parte del cuerpo que, aunque es tan importante, suele ser ignorada en cuanto a hábitos de salud y estética.
Su aparición y severidad puede variar en cada persona, dado que muchos los sufren de forma esporádica, mientras que otros tienen que combatirlos recurrentemente. Si bien no son un problema grave de salud, las dificultades en su tratamiento pueden alertar de un debilitamiento del sistema inmunitario.
Además, en algunos casos, provoca reacciones inflamatorias en la piel que, más adelante, causan grietas, ardor y otros molestos síntomas. Por esta razón es primordial saber identificarlos de forma oportuna y, por supuesto, darles un tratamiento que ayude a erradicarlos.
Los hongos en los pies son infecciones que se desarrollan por el crecimiento de microorganismos en la piel. Estos, por lo general, comienza entre los dedos y se extiende hasta las plantas y las uñas. Su presencia puede causar alteraciones en la piel, y provocar síntomas como:
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Existen dos tipos de infecciones micóticas que afectan la salud de los pies.
Este tipo de infección es quizá la más común y, debido a su fácil propagación, puede resultar difícil de tratar cuando no se detecta a tiempo. Sus principales víctimas son los deportistas y atletas, dado que el calor del calzado y la sudoración crean un ambiente idóneo para el crecimiento de los hongos.
Sin embargo, cualquier persona puede desarrollarlos, sobre todo si no toma las medidas preventivas para evitar su proliferación en los pies y calzado. Estos tipos de hongos se puede identificar si:
La tiña de uña, también conocida como onicomicosis, es otra infección fúngica que se desarrolla con mucha facilidad en los pies. Aunque también puede afectar a las manos, es más frecuentes en los pies debido a su exposición a calzados que retienen calor y humedad.
Suelen ser tan comunes como los anteriores, dado que los hongos logran atacar con más facilidad en su superficie. Es importante prestar atención si las uñas:
El tratamiento de los hongos en los pies puede variar en función de la severidad con que se presente. No obstante, a nivel general se aconseja acudir a un podólogo y mantener su piel seca y ventilada tanto como sea posible. Sumado a esto, se pueden emplear remedios de origen natural que, además de controlar el crecimiento de los hongos, calman la comezón e irritación.
El vinagre de manzana es un producto ácido que, al regular el pH de la piel, disminuye la presencia de hongos y bacterias infecciosos. Su uso regular elimina las células muertas y combate la comezón. Agrégalo en agua tibia y sumerge los pies durante 20 minutos.
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Conocido por su acción antifúngica y antibacteriana, el aceite esencial de árbol de té es un ingrediente eficaz contras los hongos de los pies.
La acción exfoliante y antimicrobiana del bicarbonato de sodio acelera la recuperación de la piel afectada por los hongos.
El ajo contiene compuestos sulfurosos que le confieren propiedades antifúngicas y antibacterianas.
El zumo de limón fresco es un remedio eficaz contra las infecciones micóticas en los pies y las uñas. Sus ácidos naturales regulan el pH de la piel y alteran el ambiente que requieren los microorganismos para proliferar.
¿Tienes hongos en los pies? Si acabas de identificar esta infección, procura atenderla cuanto antes para que no te cause complicaciones. Usa los remedios mencionados y, adicionalmente, limpia muy bien tus zapatos y calcetines para evitar su reaparición.